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29er para todo y todos? No tan Rápido…

Estas pensando en cambiar tu 27,5 por una 29? No tan rápido…

 

Si bien en el XC desde hace tiempo  las 29 son casi la única alternativa a seguir, ya ocurrió esta temporada con gran revuelo mundial de los mas tech geeks de la bici el debut de las ruedas grandes ahora en las copas del mundo de descenso, mundo en el cual hasta hace poco estaba dominado por las 27.5. El cambio, por obvias razones obedece a los resultados: casi la totalidad de los pilotos que hicieron el cambio demostraron el recortar varios segundos en el reloj en entrenamientos y pruebas cara a cara en el mismo modelos de bicicleta en 27,5 y especialmente en el caso de la leyenda Greg Minnaar significó volver a subirse en lo más alto del podio en algunas fechas.

Sin embargo el tema parece no ser tan simple como tan solo cambiar la bici y empezar a recortar segundos y esto ha quedado en evidencia con varios de los pilotos más rapidos del mundo que hicieron el cambio en las primeras fechas y tuvieron  que devolverse a sus 27,5 entre ellos ni más ni menos que Danny Hart.

Según el comentó a VitalMTB el regreso a su 27.5 obedece a que sencillamente se siente más cómodo ahí ya que lleva años en la plataforma. Pero por que a Greg Minnar le funciono tan bien? Difícilmente valdría una sola explicación para esto, pero en algo que la mayoría de los pilotos arrepentidos coinciden es que ambos tipos de ruedas funcionan mejor en distintas situaciones y para distintos tipos de pilotos en cuanto a tamaño, y estilo de manejo.

Yo en lo personal me inclino a que las 29 son de todas maneras la mejor  elección para alguien de gran estatura (como es el caso de Minnaar) y esta elección se vuelve más relativa a medida que el tamaño del piloto se reduce.  Es claro que una rueda más pequeña es más fácil de mover para una persona con una envergadura menor.  Asimismo favorece al piloto con un manejo más activo.

Dentro de todo y pese a lo que muchos entusiastas de las ruedas grandes digan, las diferencias cuesta abajo son sutiles, lo que no son sutiles son las preferencias personales y por mucho que una plataforma sea más rápida para uno puede que no lo sea para otro por un tema de simple gusto. Y según el estilo del piloto en cuastión, puede que en una bicicleta deba hacer más ajustes que en la otra lo que conlleva a un tiempo más largo en tomar soltura y confianza como para jugarse la vida recortando decimas de segundo. Por lo que resta sentido y añade riesgo para el piloto profesional el correr presuroso a cambiarse abruptamente de bici en medio o con una nueva temporada encima.

La Santa Cruz V10 de Minnaar la Deachera más exitosa hasta el momento.

Que pasa con el Enduro?

En el Enduro el tema parece presentar más aristas ya hemos visto como muchos pilotos se han volcado al formato de ruedas grandes con buenos resultados y sobretodo las marcas que incansablemente buscan nuevas maneras de convencernos en cambiar nuevamente nuestra querida bici.

Para los a favor de las 29 el formato cobra más sentido aun si pensamos en su polivalencia, dado que en una misma carrera en muy probable encontraremos especiales con pistas muy diversas en lo que respecta a sus dificultades y características y entre ellas los enlaces, para los que la rueda grande también puede ayudar un poco.

El argumento a favor más malo, más equivocado acerca del tema es el  que lei de un claro fanático de specialized publicado en una «famosa» pagina de MTB nacional.

En este, el escritor «explicaba» el por que él y nada más ni menos que Jared Graves habían optado por pasar de una Enduro 27,5 a una Stumpjumper 29. El le llamó «bajarse» a una stumpjumper en alusión a sus 20 milímetros menos de recorrido trasero y su orientación más trail en búsqueda de «agilidad» debido a que pilotos tan buenos como el no necesitan de tanta bicicleta…

Primero que todo, el que ha hecho alguna vez la transición entre una nerviosa hardtail 26 a una 29 de XC con el mismo recorrido o menos, sabe muy bien, que en ningún caso el pasar a una rueda más grande es «bajarse». De hecho, la primera impresión que uno percibe en el cambio es la de «tener un poco más de suspensión» debido a que en resumidas cuentas; las más ruedas grandes vuelven los obstáculos más pequeños por lo que siempre hay más suavidad e incluso estabilidad.

Es tan así que mi primer recuerdo en una 29 fue el de romper los delgados neumáticos de XC más menudo ya que tomaba  líneas más directas y agresivas que antes simplemente evitaba y también bajar más rápido y seguro.

Si a esto añadimos que también la 29 nos proporciona: mayor tracción, mejor frenada, mejor grip general, y la capacidad de suavizar los obstáculos y más aún: generalmente las 29 son un poco más largas que una 27,5 entonces… la teoría de tener menos bici en función de la agilidad se desploma. Sin mencionar que el personaje en cuestión detalla que modificó su bicicleta para aumentar el recorrido de la suspensión delantera alterando de paso el ángulo de ataque lo que la nivela aun más en términos de geometría con la Enduro; en resumen tienes mucho más bici que antes.

Al contrario si me hablas de bajarme a una plataforma más ágil los invito a probar una 27,5 de recorrido intermedio, liviana idealmente, las sensaciones son realmente otras, notas claramente el castigo en las pistas duras y también notas que te obliga manejar de otra manera: se requiere mayor fineza y también fuerza física para sostener una línea exigente o muy rocosa, pero a la vez la bici puedes moverla con mucho más facilidad para sortear estos obstáculos me atrevería a decir que hay algo más aprendizaje para algunos y a la vez es el piloto más experto el que puede sacar más dividendos.

Lo que creo no quiere reconocer el escritor del artículo que antes mencioné, es que las  29 en muchas maneras suplen ciertas debilidades.

Y son nuestras debilidades y a la vez como estas se complementan con las virtudes de la maquina, lo que debemos considerar en gran parte al momento de la elección de una bicicleta. Acá es donde se encuentra una de las grandes diferencias con los profesionales: ellos casi no tienen debilidades y deben enfocarse en potenciar lo que puede recortar el diminuto margen que le separa de sus rivales.

Sobre una 29 no se requiere un piloto tan físicamente poderoso ya que la bici te castiga menos y mantiene más fácilmente la velocidad lo que en una carrera larga ayuda mucho a mantenerse entero, tampoco requiere tanto «pump»  y despegarla de piso tan a menudo como sucede con una rueda más pequeña; lo que se traduce en usar menos brazos y también menos piernas en un segmento de descenso. O viéndolo de otra manera; es una bici que te podría ayudar conservar más energía, ir un poco más cómodo y utilizarla para un repecho(subida) un apretón final o algún momento donde debamos ser explosivos. Para un corredor de XC esto significa el poder recuperarse mejor durante una bajada y estar listo para darlo todo en la próxima subida. Para un piloto de enduro puede significar el ir UN POCO más rápido en casi todo momento. Es una bici que conserva la energía gracias a su capacidad de sostener más «momentum».

Sin embargo…

Aterricemos pensemos en nosotros los simples mortales… idealmente seria tener varias bicis de donde elegir y seleccionar el arma adecuada o predilecta para cada situación de terreno o rendimiento. Pero la realidad generalmente es otra y muchas veces también es difícil el cambiar de bicicleta muy seguido o simplemente seguir el ritmo de la evolución de la industria que siempre tiene algo nuevo con que tentarnos en sus vitrinas.

Asimismo casi siempre tras las opiniones de los gurus que nos recomiendan este producto o el otro generalmente existe el interés de venderte algo. Ni hablar de los reviews pagados… hay algo menos transparente que un review pagado? Mejor dicho: cobrar por el comentario de un producto? El que una marca o una empresa te facilite o regale un producto para test y compartir el resultado u opinión con otros mountainbikers debería ser considerado ser un privilegio y una responsabilidad, no una oportunidad de lucro.

Mejor no nos apresuremos tanto con las nuevas tendencias.

En resumen…

Lo que no debemos olvidar es que la constante mejora debe estar entre “el asiento y el manubrio” y también de que no hay formulas y combinaciones de equipamiento que garanticen resultados.

Compararse con los profesionales es un error de concepto, ellos necesitan otras cosas y ellos pueden hacer maravillas en la bici que sea y no está más decir que en muchas ocasiones sus elecciones se ven influidas por las necesidades comerciales de sus sponsors y compromisos laborales que de manera inversa.

La bici o las bicis que debemos buscar deberían encajar en  primer lugar con nuestras con nuestras prioridades, segundo con cubrir nuestras debilidades y luego potenciar nuestras destrezas o bien que nos ayude a desarrollarlas. Luego todo esto debe ser acorde a nuestras metas personales y  el terreno que tenemos a nuestra disposición para poner todo esto en la praxis; si no tenemos acceso a un bikepark o pista, difícilmente podremos sacarle el jugo a una bici de Descenso y etc.

Por ejemplo: Si yo necesito solucionar mis problemas para doblar en swichtbacks con más facilidad; más me serviría una 27.5 (mejor aún aprender a doblar primero) si quiero mejorar mi velocidad en linea recta o pasar fácilmente arriba de todo mejor una 29er (aunque en una 27.5 puedo hacerlo igual solo que requirirá de más practica)…

Lamentablemente para todo esto no existe un equipamiento estándar o tamaño de rueda que se aplique y funcione para todos y muchas veces los resultados científicos (los números y medidas) simplemente no nos calzan a nosotros como individuos. Deberíamos quedarnos con lo que nos trae las mejores sensaciones y gozo con la bici que se integre mejor a nuestro cuerpo, nuestros senderos y a nuestras vidas.

Lo cierto es y por fortuna, es hay muchas cosas que nos harán mejores sobre la bici no se pueden comprar en una tienda de bicis como: el talento, el trabajo duro y el tiempo;  para todo lo demás existe Mastercard.  Tampoco hay que olvidar que las curvas de aprendizaje o evolución como riders no son necesariamente lineales y a veces los resultados no llegaran tan rápido como uno podría calcular y tampoco que las bicis hay que «ponerselas» en otras palabras hay que pasar un tiempo adaptándose a los cambios haciendo ajustes y recortando variables hasta poder dar un veredicto sobre una bici y también que cuando se quiere y se trabaja para ello se puede andar muy bien sin importar el tamaño de rueda, tipo de manubrio, o material de la bici. Estoy seguro que Jerome Clementz podría andar mejor que nosotros incluso sobre un triciclo de reparto.

Una frase que escuche una vez de un Crack del MTB que me gustó mucho es:

«si no te sientes cómodo en un cierto tipo de bicicleta, es porque no has entrenado lo suficiente sobre esa bicicleta»

 

Frank.