Penco; Nada de Penco.
Increíble lo que esta pasando con el Mountainbike en este país, es sorprendentemente una de las pocas cosas que apunta hacia la descentralización, ya que afortunadamente tenemos una geografía superdotada para tener una variedad de tipos de suelo y paisaje probablemente únicas en el mundo, que vale la pena salir de la capital y viajar hacia cualquier lado a buscar un escenario nuevo; y es que es tan grato volver a sorprenderse.
Esto fue lo que me llevo al pequeño pueblo de Penco, está junto al mar muy próximo a la populosa ciudad Concepción pero que aun resguarda esa quietud inafectable de los pueblitos aislados. El recuerdo o antecedente que registraba de este lugar era por la Mítica Loza Penco, marca que resultaba un lugar común para muchos Chilenos a la hora de la comida a través de su vajilla con sus característicos diseños azules de una casita, antes estaba en todas partes el producto nacional; ahora ya ni se ve luego de la invasión de productos Orientales… en fin ya me desvié del tema.
Llegué a Penco con la curiosidad de pedalear un lugar nuevo convocado por la segunda fecha del Campeonato de Enduro Trek Subaru producido por Southtime. Siempre disfruto de conocer nuevos lugar es con mi bici y estar inmerso en una carrera le da un toque especial; con el numero colgado en la bici la gente local se te aproxima con confianza; te preguntan de que se trata todo, de donde eres, incluso te desean suerte. Uno recolecta algunos segundos de esos breves 15 minutos de fama que como dicen a todos en algún minuto nos toca.
Llovió, y como llueve en el sur, o sea con ganas y con poca tregua durante el dia de reconocimiento, vi todas las pistas con lluvia, me cambie 2 veces chaquetas, calcetines y guantes en esas horas de aguacero; dejé la embarrada en la habitación del hotel y una rastro de mi trayecto desde el auto (también quedó sucio), por el ascensor y los pasillos.
Lo mejor: esa sensación de que lo cantado y lo bailado no te lo quita nadie, la satisfacción de que algún modo valió la pena: realmente el spot y las pistas y senderos estaban de lujo.
Afortunadamente al día siguiente las condiciones mejoraron y nos tocó un día bellisimo, el mar al costado le daban ese ingrediente al ambiente que solo estar junto al mar se experimenta esa como sensación de estar de vacaciones… o quizá es solo sentirse lejos de Santiago.
Partimos desde la costanera atravesando el poblado para adentrarnos nuevamente en los bosques que albergaban los enlaces y pruebas especiales de la carrera, un ascenso gradual y una sombra que nos acompaño todo el recorrido nos dio garantía de que este es también un lugar excelente para pedalear en verano, como me lo confirmó un Rider local, parte de la misma comunidad de Mountainbikers que trabajo en crear los senderos en que correríamos.
Los arboles enormes enmarcaban todo mientras contrastaban con el abundante verdor las cintas de carreras y los pilotes que pasaban como puntos de colores tratando de ir lo mas fluidamente posible navegando en el barro aún presente.
Pese al barro fue igual posible disfrutar los senderos bien entretenidos y de excelente nivel aunque claro en momentos era dificil para muchos mantenerse sobre la bici.
A uno que es capitalino le dan ganas de volver de todas maneras pero en un clima más seco que los que acostumbramos para soltar el freno con más confianza. Acá no se anda con barro nunca y rayos que le hace mal a la bici, eso lo comentaré en otro post.
Me gustó también el detalle de al finalizar que la organización nos diera una empanada de mariscos; en vez de la típica hamburguesa apoyando el comercio local. Lógico, no?
Yo por mi parte jamás se me hubiera ocurrido pedalear por allá y da para pensar quizá cuantos excelentes lugares hay ocultos o por descubrir para la bici acá en Chile y es sorprendente como este deporte se expande como un virus benigno y en todos lados aparece gente con ganas de empujarlo. En casi todo Chile se pedalea; esas son buenas noticias.
Esa debería ser parte de las misiones de todas las productoras de carreras: buscar y promover nuevos lugares para el MTB; coordinar acciones con los locales y no repetir hasta el cansancio los mismos lugares año tras año solo renovando el marcaje y nosotros como corredores (clientes) deberíamos apoyar con nuestra inscripción a los que hagan el mejor trabajo no solo a nivel de evento si no que asimismo integrando nuevas comunidades y regiones.
No hay como conocer el país de uno y sorprenderse mejor todavía: con la bici.
Creo que valió la pena la experiencia de ir Penco, incluso con todo el barro que viajo conmigo de vuelta a casa en Santiago.