No importa si tu bici es de 8, 9 o 12 velocidades o si tu lubricante es o no el más caro eventualmente tu transmisión tendrá este aspecto si no tomas las medidas adecuadas.

«Bajo esa capa de pasta negra hay una corona que sufre en silencio»

Esto no solo se ve mal, pero tener esa «pasta» en nuestra transmisión produce un efecto mucho más negativo que solo dañar el aspecto de nuestra bici.

Una de las cosas que no tomamos en cuenta o asimilamos como importantes es la dura realidad de que toda transmisión debe limpiarse después de cada salida.

No, no exagero.

El no hacerlo no necesariamente o solamente,  es una señal de descuido si no que muchas veces por desconocimiento estamos usando el Lubricante incorrecto para las condiciones climáticas y de terreno en las que estamos andando. O o bien estamos re lubricando arriba de la capa de suciedad ya instalada

Más que eso falta entender cual es el real efecto que tiene en nuestra preciada transmisión. Creo que si lo entendemos no nos parecerá tan exagerado si más bien necesario y debemos adoptarlo como parte del ritual de preparación de nuestra bici frente a un pedaleo.

Imaginemos que nuestra cadena, piñones corona o coronas y rueditas de nuestro cambio trasero están impecables y les ponemos un lubricante x ( ya sea denso, o seco o un intermedio) la delgada película que recubrirá la cadena actuará como una esponja que retendrá todas las partículas de polvo en suspensión que se crucen en su camino piensa en todo el polvo o barro que levantan en cada giro y curva tus neumáticos. También ten en cuenta que no todos los tipos de tierra en los que pedaleamos son iguales hay algunos más duros, arenosos y por lo mismo erosivos que otros.

La mezcla de estas partículas y el aceite generan una pasta que se distribuye uniformemente en nuestras parte móviles transportadas por la cadena y esta pasta no solo empeora el paso de los cambios y genera fricción  e incluso perdida de energía, si no que también desgaste acelerado; es como si en cada revolución de tus pedales le pasaras una lija a todas las piezas que están en contacto con la cadena.

En el taller, usualmente vemos los efectos de este desgaste acelerado cuando desengrasamos en profundidad las piezas se nota la abrasión sobretodo en las coronas Narrowide que pierden su forma original rápidamente y con esto su capacidad de retener la cadena.

Muchos también habrán visto este fenómeno erosivo al ver paulatinamente desaparecer las rueditas de plástico de sus patas de cambio si entender por que pasa esto.

Algunos para evitarse la lata de  re lubrican sobre esta pasta lo que solo la volverá más gruesa en la siguiente salida.

A fin de cuentas lo que hay que hacer  como mínimo es ante cada salida limpiar la transmisión con un paño y relubricar, Pero lo que hay que hacer si de verdad queremos prolongar al máximo la vida útil de las piezas es desengrasar a fondo y remover todo el lubricante usado y residuos y luego re-lubricar.

La elección del lubricante es también determinante mientras más viscoso más polvo  absorberá y más propenso será a formar la infame pastita,  por lo que solo es recomendable para cuando se requiere resistir condiciones de lluvia  y agua o también para mucho kilometraje en condiciones limpias (bicis de ruta.

Así que  si no quiere pasarle constantemente pasta de pulir artesanal a sus piezas Limpie al menos su cadena después de cada salida, desengrasela y relubrique si quiere obtener el mejor rendimiento y durabilidad de sus piezas.